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Valorización de residuos: desafíos y oportunidades para Uruguay

23.08.2019

Valorización de residuos: desafíos y oportunidades para Uruguay

A través de la visión de distintos actores, se debatió sobre la realidad de nuestro país en la valorización de residuos, cuál es la experiencia internacional al respecto y sobre la nueva Ley de Gestión Integral de Residuos en estudio en el Parlamento.

En el marco de la reciente media sanción dada en la Cámara de Senadores al proyecto de Ley de Gestión Integral de Residuos, se presentó este evento organizado por la Asociación Uruguaya de Industria del Plástico (AUIP), el cual pretendió arrojar luz sobre varias cuestiones relacionadas al proyecto de Ley mencionado, dados los cuestionamientos que surgen tanto desde el sector empresarial como de la población en general.

El evento, el cual tuvo una dinámica de debate, contó con la presencia de distintos invitados: Jorge Pereyra, vocero de AUIP; María José González, Coordinadora del proyecto BIOVALOR; Paula Iharur, Coordinadora General del Centro Tecnológico del Plástico (CTplas); y María del Pilar Romero, Especialista en Sostenibilidad y Gestión de Residuos en Colombia. La periodista Malena Castaldi ofició como moderadora del panel de invitados.

Dada la relevancia que han adquirido en los últimos tiempos temas tales como la Gestión y Valorización de Residuos, así como la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), el evento tuvo una gran repercusión y participación por parte de diversos públicos, entre los que se encontraban empresarios de distintos rubros, organizaciones sin fines de lucro y organismos públicos.

Desde la industria del plástico quedó en evidencia el malestar existente con el nuevo proyecto de Ley de Gestión Integral de Residuos, dadas las grandes diferencias conceptuales existentes entre las partes. Para el empresariado, la Ley tiene fines puramente recaudatorios, recayendo sobre los bolsillos de todos los consumidores y perjudicando a la industria. Asimismo, consideran que ésta es incompleta, pues no resuelve el tema medioambiental ni social aparejados con la problemática.

Según Jorge Pereyra, se perdió la oportunidad existente respecto a consagrar explícitamente la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), la cual entiende debería de tener la jerarquía de Ley ya que tiene como principios la responsabilidad del que contamine, obligaciones de prevención graduales, inclusión de recicladores, participativo (de la ciudadanía) y preventivo (cambio de hábitos).

María José González resaltó la importancia de cuidar el objetivo ambiental de la Ley teniendo en cuenta los aspectos sociales vinculados a la gestión de residuos. No obstante, admitió que todavía quedan muchos elementos por definir en la reglamentación, que determinarán cómo se implementará el nuevo sistema.

En el debate se puso sobre la mesa la Ley de Bolsas y cómo ésta es comparada con frecuencia con la Ley de Gestión Integral de Residuos, pese a que la industria entiende que no tienen la misma finalidad; La primer ley sería para reducir el consumo a través de una inducción de comportamiento en la sociedad, pues existen sustitutos a las bolsas plásticas para transportar los productos y que la gente puede optar por este cambio de hábito; mientras que se preguntaron cuál sería la inducción de comportamiento en la ciudadanía al gravar los envases, puesto que no perciben que sea para cambiar el comportamiento de la sociedad sino más bien con meros fines recaudatorios.

A esto, María José González respondió que una acción que podría inducir a un comportamiento determinado es “Si los envases fueran marcados y el consumidor supiera cuánto está pagando por cada envase. Hoy en día es una ley marco y podría reglamentarse”, expresó.

Otro punto álgido en el debate relacionado a la Ley Integral de Gestión de Residuos giró en torno al hecho de que, si bien la Ley afecta todo tipo de residuos, no solamente los de plástico, éstos se llevan todo el centro de atención cuando se habla de gestión de residuos, medio ambiente y sostenibilidad. Al respecto, María José González opinó que “si queremos reducir, una estrategia sería establecer condiciones restrictivas a los envases según el TIPO de uso (…) La ley de Bolsas logró reducir el consumo de bolsas en un 80%, entonces no basta con la buena voluntad, en muchas ocasiones se logran mejores resultados en base a prohibiciones y controles”.

Por su parte, Paula Iharur opinó que “está muy de moda la prohibición de los plásticos, pero hoy en día no existen alternativas para muchos productos, como los hospitalarios. Recientemente la ONU presentó un informe en donde señala que el 50% de los residuos que se desechan en la región tiene que ver con lo orgánico, los plásticos de un solo uso son en relación una fracción ínfima”. Agregó que el propósito de la economía circular es alargar la vida de los materiales y que el plástico, por sus propiedades físicas, permite su reciclaje y reutilización varias veces, siendo muy beneficioso si se gestiona adecuadamente.

María del Pilar Romero, experta internacional en materia de REP y su implementación en Colombia, destacó la importancia del trabajo en alianza entre el estado, la industria productora, fabricantes, transformadores y recicladores en busca de una gestión de residuos eficiente y sostenible en el tiempo. Con el fin de evitar prohibiciones de algunos envases y empaques que puedan afectar las economías de los países que implementan soluciones REP, mencionó algunas acciones a seguir planteadas desde las Naciones Unidas, como “antes de prohibir cualquier plástico de un solo uso, los gobiernos deberían verificar si existen alternativas válidas”. Los pasos propuestos incluyen primero, realizar un análisis científico o análisis de ciclo de vida (ACV), sensibilizar al público y luego promover alternativas viables en el abordaje de iniciativas de aprovechamiento del plástico y las claves para el manejo de envases y empaques de un solo uso.

Finalmente, todos los panelistas estuvieron de acuerdo en que no se puede culpabilizar al plástico por los problemas medioambientales que estamos viviendo como sociedad, ya que el problema no es el plástico en sí, sino el uso innecesario y las ineficiencias en gestionarlos al transformarse en residuos. Por ello hicieron hincapié en la importancia de la educación y sensibilización de la población y la colaboración de todos los actores, públicos y privados, como indispensables para una buena valorización de los residuos para su posterior gestión.

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